Mensajepor Italo Violo » Septiembre 5th, 2010, 9:52 pm
Gracias a todos por sus comentarios. Me alegro por Roxanita porque sé que ha disfrutado de los beneficios de un corazón agradecido, aun antes de leerme.
Estoy escribiendo desde mi nuevo domicilio y pido disculpas por la tardanza ya que los arreglos de la casa todavía consumen mucho de mi tiempo y esfuerzo. Todavía no tengo un buen servicio de Internet.
¿Qué decir para no formar otro lío? Pienso que mi mensaje es suficientemente explícito. Ya que no intento contender, repito las palabras de un antiguo escritor: "Leedlo todo, retened lo bueno" Si algo de valor hay en mis palabras y ayudan a alguien me contento. Espero que lo no tan bueno pueda ser olvidado.
Aprovecho para sonreír con Max por su chiste. Me hace recordar los que muestran a San Pedro y a los que llegan al cielo vestidos con batas blancas, alas a sus espaldas y una aureola flotando sobre sus cabezas. La costumbre popular ha inventado esas imágenes que no tienen nada que ver con la realidad.
Nadie va al cielo por cosas buenas que haga, la salvación es un regalo para quienes deseen aceptarlo.
Una persona egoísta no puede ser agradecida ni puede entender ese misterio porque el agradecimiento surge de forma natural como una fuente de agua limpia. Mencionar que el agradecimiento trae beneficios resulta de la experiencia de quienes la practicamos. En ocasiones el beneficio llega de inmediato, en otros viene después; cuando llega ¡OH! NOS ASOMBRAMOS y descubrimos que haberlo hecho nos ha traído paz y sosiego. Nos cambia la vida. No bastan las palabras, no se puede explicar; hay que vivirlo, atreverse a hacerlo.
¿La lesión es una porquería? ¡Claro! ¡Lo es! Como es todo lo malo que nos ocurre, la pérdida, la enfermedad, el sufrimiento (no el dolor), los robos, los homicidios, las malas palabras que se excretan por la boca.
Se agradece cuando nos atrevemos a ser valientes y enfrentamos esas porquerías para destruirlas con el bien y ganarles la batalla.