Mensajepor sargantana » Diciembre 30th, 2012, 9:56 am
Hola daene!
Me he visto reflejada en tus palabras. Al igual que tú, he conocido a un hombre que me ha ganado el corazón a simple vista. Tanto es así, que hasta después de dos horas de animada charla con él, no fui consciente de sus graves dificultades para caminar, ni me había fijado en sus muletas tiradas a una lado del banco de piedra donde estaba sentado.
Una amiga común, nos presentó ese día. Y como por arte de magia, no hicimos caso de ella durante un buen rato. Al regresar a casa, nos pidió que fuéramos a la suya. Aceptamos y fue al llegar a su portal, cuando me di cuenta de que apoyaba en sus muletas y con enorme dificultad y esfuerzo lograba arrastrar sus pies. Debo aclarar que él se moviliza en un pequeño motocarro. Nosotras ibamos en nuestro coche.
Al llegar a su piso, se sentó en un sillón de ruedas que tiene en la cocina y nos ordenó (sí, ordenó!) poner la música, mientras se dirigía a mí indagando sobre mi vida y mis costumbres. El flechazo, era obvio, había sido mutuo. Me preguntó si tenía paciencia. Le indiqué que mucha. Alargó sus manos hacia mí y me pidió que le diera las mías. Sintió mi nerviosismo e intentó calmarme. Imposible! Mi corazón galopaba sin remedio. Se levantó y dirigiéndose a la pared se sujetó en ella, dándome una orden: dame la mano y acompañame a caminar por la barandilla. Dios! Casi sentí que se me paralizaba la respiración. Y dirigiéndose a la terraza, muy grande, enorme! Comenzó a caminar apoyándose en la baranda, con una mano y en mí con la otra. Paradojas tiene la vida, pensé. El 1,96 de altura sujetándose a mí, tan diminuta (1,55)
Al despedirnos vi como tomaba un papelito y apuntaba algo y extendiendo el brazo, volvió a ordenar, sí ordenar! Una vez más! !Escríbeme! Era su e-mail garabateado sobre un dibujo.
¿Qué está ocurriendo ahora? Ha pasado de mostrar mucho interés y ser tierno y amoroso a poner palos en mis ruedas continuamente.
4/5 días después de conocernos recibí un mensaje suyo que me llenó de alegría. Acudí a su cita -siempre en su casa- no puede permanecer de pie o sentado, más de media hora. Había preparado comida y durante, no más de 15 minutos charlamos y comimos, pero antes de que yo hubiese terminado, se levantó y me dijo: no tengas prisa, termina de comer tranquila. Yo tengo que volver a tumbarme, de lo contrario, aparecerá el dolor. Me quedé helada. Conocía tan poco sobre su vida. Apenas terminé, le pregunté si podía ir a la habitación, me indicó que sí y al llegar vi como todas sus cosas estaban repartidas por los alrededores del sitio que ocupaba. Libros, móvil, cartas, fotos, almohadas y almohadones, medicinas... era como un gran campo de batalla. Y en ese preciso instante, fue cuando tomé conciencia de que ese era el lugar que ocupaba durante muchas horas del día. Me pidió que le ayudara a retirar las cosas y me indicó que podía tumbarme o sentarme a su lado. Me preguntó por mi vida. No cierto pudor, pregunté por la causa de su lesión y algunos otros detalles. No me atreví a indagar más en el primer encuentro.
En un momento dado y viendo que me encontraba un poco incómoda, mirándo todo el tiempo a mi derecha para ver su cara, colocó una almohada debajo de su pierna izquierda y la dobló diciédome que apoyara la espalda en ella. No hay problema! -dijo. Temía hacerle daño, pero insistió y acepté su apoyo. Seguimos charlando y de pronto se detuvo y me dijo: quiero darte un abrazo, pero tendrás que ser tú quien venga hacia mí. Me quedé paralizada unos segundos, después abri los brazos y traté -como pude- de abarcar aquel cuerpo tan enorme para mí.
Ahora, solo me muestra los dientes. Sus mensajes son secos y distantes. Y me encuentro prendida de un hombre que me empuja a salir de su vida cada día.
Leyendo las opiniones de todos vosotros, entiendo o creo entender que me está sometiendo a una prueba. Aunque su mensaje de hoy ha sido tan contundente que tengo ganas de salir huyendo hasta los confines del mundo.
Transcribo literalmente: "Seré honesto. No puedo con una avalancha de amor. Me vas a perder si no ves y aceptas que solo necesito apoyo...Toda mi emoción se canaliza hacia mi cuerpo, y con el tiempo ello lo necesita mas"
Y aquí estoy, perdida en un oceáno de dudas.
Gracias por dejarme expresar una pequeña parte de lo que me está ocurriendo.